Historia
Los primeros vestigios encontrados en Montán son una vasija en forma de ánfora con cenizas hallada en el Solano de Gausa. Al parecer tiene procedencia celtíbera, según el historiador Estrabón “Los más atrevidos celtíberos subían de la llanura hacia las sierras, siguiendo la corriente de los ríos en busca de productos naturales, como minerales, pieles, caza y frutas que cambiaban con los griegos por telas, objetos de cristal y vasijas”.
La influencia fenicia en Montán se evidencia con el yacimiento de Monte Calvario, que data del siglo VII y principios del siglo VI a.C, finales de la Edad del Hierro, periodo de transición de la Edad del Bronce a la cultura ibérica. Se especula que pudo haber sido una zona de distribución del comercio en el interior de Castellón en esa época.
También se ha encontrado un piedra sepulcral con inscripciones en latín. Esta zona ya era conocida por los cartagineses que remontaban el Idubeda (río Mijares) en busca de buenas maderas. Entre el 225 y 205 a. C cuando los romanos arrasaban el país, algunas familias se internaron en el bosque en busca de manantiales para vivir. A esta fecha se atribuye la fundación de Villanueva, Fuente la Reina, Montán, Pina y Campos que son de origen turboleta.
Entre los años 409 y 507 penetraron en la península los pueblos germánicos, que provocaron una emigración hacia los pueblos de la sierra y hacia Mont Alt.
También ocuparon estas tierras los árabes, donde construyeron castillos y atalayas, llamándose entonces Castell Mont Alt o Castellmontán.
A Castell Mont Alt pertenecía como pueblos anejos Monta-aneiscos (Montanejos en la actualidad) y la Alquería.
En 1238 Jaime I conquistó Valencia, siguiendo a ésta otras conquistas en el interior. Estos ejércitos los mandaban caballeros como Pedro Jiménez de Vallterra que tras finalizar la conquista solicitaron al rey parte de las tierras, naciendo así los señoríos que cambiarían la forma de administración de las tierras. Tras la expulsión de los moriscos, Jaime I repartió a Pedro Jiménez de Vallterra el castillo de Castellmontán con sus rentas, la Alquería y la Villanueva.
Tras el decreto de expulsión de los moriscos en 1609, se repobló el Señorío de Montan con 29 familias provenzales y 9 monjes servitas, todos ellos franceses, construyéndose entonces el convento.
El 1612 se constituyó la carta-puebla de Montán, quedándose Montanejos independiente.
Con la desamortización el antiguo convento pasó a ser cuartel carlista, resultando atacado en numerosas ocasiones por los partidarios borbónicos, conquistándola en 1840.
Ante las propuestas del pueblo, la iglesia del convento se mantuvo para culto, no siendo así las demás dependencias del convento que pasaron a ser viviendas particulares.
A finales del s. XIX y principios del s. XX fueron los años de esplendor de Montán. En 1860 había 1386 personas, y mucha actividad económica producida por fábricas de hilado y tejido, tres fábricas de anís, dos molinos y 35 cubos de vino.